23 NOV, 2023

Quienes somos: Gerenciamiento de Obra

El sector de la construcción y desarrollo inmobiliario enfrenta hoy desafíos y complejidades crecientes debido a las demandas emergentes. Inversores y desarrolladores aspiran a alcanzar sus metas rápidamente con proyectos más robustos y rentabilidades ajustadas. Por ello, el enfoque tradicional de gerenciamiento debe evolucionar para satisfacer estos nuevos objetivos.

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Es en este nuevo contexto que surge el rol de Gerenciador de Obra, un profesional que lleva a cabo un servicio vinculado a concretar, planificar y distribuir todas las acciones que se realizan durante el ciclo de vida de un proyecto, coordinando entre las distintas disciplinas y equipos que intervienen en dicho ciclo, trabajando fuertemente en concretar objetivos.

En esta nota, compartimos nuestra perspectiva del área de Gerenciamiento de Obra dentro del Estudio, de qué manera se integra al resto de las áreas y cuáles son los beneficios que percibe el cliente de este servicio complementario al diseño, ejecución y desarrollo de cada proyecto.

Riesgos, tiempos y costos

Antes de la aparición del gerenciamiento de obra, la responsabilidad de cumplir con el contrato de cada proyecto —en cuanto a costos, tiempos y materiales— recaía únicamente en la empresa constructora. Esta entidad era la encargada de ejecutar, entre otras tareas, la supervisión del cumplimiento de objetivos, documentación de las distintas etapas y coordinación con actores externos y proveedores.

En esta estructura se concentraban todas las decisiones y responsabilidades en la empresa contratista. Como resultado, el desarrollador percibía un control reducido sobre el proyecto y tenía una capacidad limitada para negociar y supervisar. Este modelo solía propiciar retrasos en las fechas de entrega y un aumento en los costos debido a cambios inesperados, ajustes en los objetivos y la gestión directa de subcontratos y suministros por parte de las empresas constructoras.

Ante este escenario, el rol del gerenciador se integra en las etapas preliminares del proyecto, participando del desarrollo del mismo, anticipando la modalidad de ejecución y las estrategias de contratación.

El gerenciador se focaliza en el cumplimiento de los estándares de calidad técnica y estética del proyecto, actuando como un gestor que contempla de igual manera las necesidades presupuestales y temporales del cliente, al igual que el cumplimiento de los contratos establecidos con la empresa constructora, subcontratistas y proveedores.

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Mientras que Dirección de Obra es el área responsable de velar por la calidad constructiva del proyecto, tanto de los requerimientos técnicos como estéticos; Gerenciamiento es responsable por el cumplimiento de los objetivos de costos y plazos estipulados.

Por razones de eficiencia de los recursos y de eficacia en la consecución de los objetivos, es necesario que exista una sinergia especial entre ambas áreas, con niveles de programación y coordinación muy elevados. Al mismo tiempo, para cuidar el sano equilibrio entre los objetivos de costo/plazo y de calidad del proyecto, que en alguna instancia pueden llegar a ser contrapuestos, es recomendable que el Gerenciamiento y la Dirección de Obra recaigan en diferentes áreas y personas, alineadas con el objetivo en común de éxito del proyecto, pero con roles y responsabilidades claramente diferenciados.

Gerenciamiento de obra en GP:

Debido al aumento de las complejidades y los alcances de los proyectos mencionados anteriormente, el rol del área va adaptándose según los requerimientos que surgen desde el primer momento en el que el cliente manifiesta su voluntad de realizar el proyecto.  

Comenzando con la etapa de concepción y factibilidad, pasando por la fase de ejecución y finalizando con el período de cierre del proyecto, Gerenciamiento toma un rol clave en cada uno de los estadios.  

Desde el papel de enlace y coordinación con organismos públicos para garantizar la viabilidad del proyecto, hasta la función de administrar los recursos proporcionados por el cliente, Gerenciamiento realiza una gestión activa de costos y una planificación meticulosa de la obra. Asimismo, lleva a cabo las actividades necesarias para la conclusión exitosa del proyecto, sin perder de vista el objetivo de cumplir con los estándares de costo, plazo y calidad establecidos. 

En el Estudio, el área de Gerenciamiento integra todas las tareas y actividades a través de 4 procesos conductores principales:  

Proceso de Lanzamiento del Proyecto coordina las tareas previas a su inicio. Es anterior al comienzo de las obras y acompaña las fases del estudio. Gerenciamiento y el equipo de Project Manager trabajan juntos desde el principio, facilitando y anticipando las acciones para que el proyecto esté operativo. 

Proceso de Presupuestación y Licitación tiene como finalidad guiar las contrataciones necesarias para el inicio de obra. El equipo de gerenciamiento define con el Propietario la modalidad de ejecución y estrategia de contratación. Buscan un manejo integral de todos los contratos del proyecto, aportando valor según las necesidades estratégicas. 

Proceso de Control de Gestión y Administración se enfoca en el control económico-financiero de la obra. Engloba tareas de administración y seguimiento del proyecto. Para el equipo de gerenciamiento, es esencial, ya que, sin este control, no se lograrían los objetivos deseados. 

Proceso de Seguimiento, Planificación y Coordinación de obra busca asegurar el cumplimiento de la planificación de la producción y la programación de los plazos. El objetivo es crear un plan con todos los actores del proyecto, considerando su complejidad. Se utiliza la planificación física de la obra para establecer planes a corto, mediano y largo plazo según el proyecto. Asimismo, se utilizan metodologías como Last Planner®, una metodología que brinda herramientas tecnol+ogicas que facilitan la planificación de las obras de construcción.

¿Qué caracteriza a un buen gerenciador de obra?

Sebastián Barreiro, ingeniero civil y gerente del área, señaló: «Desde el primer instante, la confianza y la ética deben impregnar cada acción que se lleve a cabo. Un buen gerenciador debe poseer, en primer lugar, un profundo conocimiento de la industria de la construcción y experiencia directa en la ejecución de proyectos. Además, debe establecerse como un interlocutor eficiente entre las empresas involucradas, el cliente y las otras áreas del Estudio. 

Finalmente, es esencial que cuente con un perfil conciliador, que trabaje intensamente orientado a objetivos y que pueda maniobrar hábilmente entre los diversos requerimientos e intereses de todas las partes involucradas en el proyecto. Debe tener la capacidad de discernir la mejor solución en el menor tiempo y con el costo más bajo. Es imperativo que sea un aliado incondicional tanto para el cliente como para el proyecto que se está gerenciando». 

Para afrontar con éxito el futuro del sector de la construcción y desarrollo inmobiliario, es esencial fomentar una sinergia, coordinación y orientación hacia objetivos claros entre los actores involucrados en un proyecto. En Gomez Platero, se enfrentan estos desafíos con pasión desde el inicio, siempre buscando, mediante una gestión comprometida e innovadora, desempeñar un papel determinante en la realización de proyectos y en la satisfacción de las necesidades de los clientes.