Renovación del Estadio Centenario | Uruguay

Construido en 1930 con motivo del primer Mundial de Fútbol FIFA y en conmemoración del centenario de la Independencia Oriental, el estadio se consolidó como Monumento Histórico, patrimonio arquitectónico y cultural del país. El diseño original estuvo a cargo de los arquitectos Juan Antonio Scasso, Luis Giorgi y Lorenzo Carnelli, quienes crearon un escenario extraordinario, primero en el continente, construido en menos de un año. Sus dimensiones y anatomía definieron los estándares para este tipo de equipamientos. El protagonismo expresivo de la estructura de hormigón armado, su geometría esencial, el despojo ornamental y su permeabilidad e integración con el entorno natural y urbano le otorgan una identidad robusta y atemporal. Objeto de sucesivas adecuaciones y actualizaciones posteriores, el estadio mantiene inalteradas sus cualidades esenciales, lo que le permite proyectarse hacia el futuro conservando su valor patrimonial y simbólico.

El estadio se inserta en un enclave estratégico de la ciudad, en el extremo este del Parque Batlle, un sistema de espacios verdes y equipamientos deportivos que incluye el velódromo municipal y la pista de atletismo. Su ubicación remata el eje cívico que se proyecta desde la Avenida 18 de Julio a través de la Avenida de las Leyes, y se baliza con la Torre de los Homenajes, elemento vertical que actúa como hito urbano y señal de bienvenida. Esta condición de centralidad y visibilidad refuerza su rol como infraestructura cívica de escala metropolitana.

El proyecto de renovación parte de la premisa de preservar las cualidades esenciales del estadio, manteniendo su carácter austero y monumental, al tiempo que se incorporan mejoras sustanciales en términos de accesibilidad, seguridad, visibilidad, servicios, tecnología y sostenibilidad. Las acciones proyectadas incluyen la preservación de la estructura existente, la puesta en valor de los elementos patrimoniales, el reperfilado de la tribuna Olímpica, el descenso del nivel del campo de juego en 2,25 metros, la sustitución completa de la tribuna América, la reorganización del sistema de accesos mediante un nuevo plinto exterior y la incorporación de una nueva cubierta integral.

Desde el punto de vista formal y material, la propuesta arquitectónica busca recuperar la expresividad del hormigón armado original, complementándola con una sintaxis basada en elementos simples y despojados, líneas limpias, texturas y colores propios de los materiales de constitución. Los nuevos componentes se integran al conjunto mediante una arquitectura que respeta la geometría esencial del estadio y su relación con el parque. 

Edificio, parque y ciudad

La mejora del enlace entre el edificio, el parque y la ciudad es estratégico para amplificar la experiencia de uso y disfrute del espacio público. Como acción esencial de ordenamiento del proyecto, se conforma un anillo perimetral que unifica el nivel de ingreso.

Este nuevo paseo urbano, concebido como un balcón hacia la ciudad, articula la relación entre el edificio y su entorno, incorporando programas culturales y comerciales que activan el espacio público.

La integración con el entorno urbano y natural es un componente clave del proyecto. El nuevo paseo perimetral no solo regula el acceso, sino que amplía el territorio del estadio hacia la ciudad, incorporando esculturas y elementos conmemorativos que extienden el Museo del Fútbol Mundial al espacio público.

Terreno de juego

En cuanto a la configuración del bowl, se mantiene la estructura existente de las tribunas superiores, mientras que en los niveles inferiores se incorporan nuevas secciones que cumplen con los requisitos de visibilidad y dimensiones establecidos por FIFA, mejorando así la experiencia del espectador y ampliando la capacidad del estadio.

Las tribunas del Estadio Centenario se adaptan estratégicamente a la topografía y contexto urbano del Parque Batlle: las tribunas Ámsterdam y Colombes aprovechan el desnivel natural del terreno, manteniendo una cornisa superior horizontal; la tribuna Olímpica, ubicada en la zona alta y próxima a avenidas principales, se consolida como fachada urbana principal, integrando restauración patrimonial, accesibilidad universal, nuevas áreas de hospitalidad y una conexión fluida con el entorno urbano; mientras que la tribuna América será reconstruida integralmente para incorporar modernas instalaciones deportivas, áreas diferenciadas para distintos usuarios y accesos exclusivos, asegurando una imagen contemporánea y coherente con el conjunto arquitectónico y urbano del estadio.

Campo deportivo

La intervención en el campo de juego redefine su perímetro funcional mediante una secuencia estratificada de bandas —césped natural, césped artificial y superficie técnica— que optimiza el uso del borde, integra las áreas técnicas y de mantenimiento, y garantiza el cumplimiento de los estándares FIFA sin comprometer la continuidad visual ni la eficiencia operativa del estadio.

Concepción de la cubierta

La propuesta para la cubierta contempla dos alternativas: una cubierta integral y una cubierta parcial. La opción integral se concibe como un elemento independiente que flota sobre los volúmenes existentes, minimizando su impacto visual y respetando la visibilidad de la Torre de los Homenajes. Su diseño liviano y retranqueado permite la incorporación de tecnologías como paneles solares y sistemas de iluminación, audio y pantallas gigantes. La cubierta parcial, en caso de ser requerida, se resuelve mediante un sistema de vigas en celosía con canto variable y puntales inclinados, garantizando eficiencia estructural y mínima interferencia visual. El cerramiento combina paneles opacos, sectores vidriados y una membrana inferior de malla abierta, con un sistema de desagüe perimetral.

Sostenibilidad y reutilización adaptativa

La sostenibilidad del proyecto se aborda desde una perspectiva integral, articulando criterios económicos, ambientales, sociales y patrimoniales. El diseño busca optimizar el uso de recursos, reducir el consumo energético y minimizar la huella de carbono, incorporando tanto estrategias pasivas como sistemas activos de eficiencia energética.

Este enfoque se complementa con un criterio de reutilización adaptativa, que reconoce en las preexistencias una oportunidad para restituir valores expresivos y recuperar experiencias de uso significativas, muchas de ellas alteradas o desvirtuadas por intervenciones previas. Asimismo, se incorpora un principio de sostenibilidad patrimonial que orienta las decisiones proyectuales, al integrar los nuevos requerimientos funcionales y técnicos con el legado histórico, cultural y arquitectónico que es esencial preservar, sin alterar la esencia del conjunto ni comprometer su carácter simbólico y monumental frente a las exigencias contemporáneas.

La accesibilidad universal se garantiza mediante la incorporación de plazas para personas con movilidad reducida (PMR), distribuidas en las cuatro tribunas y conectadas por nuevos núcleos verticales. Esta estrategia no solo responde a los estándares internacionales, sino que refuerza el carácter inclusivo del proyecto, asegurando condiciones equitativas de uso y disfrute para todos los usuarios. En conjunto, estas acciones consolidan una visión de sostenibilidad que no se limita a lo ambiental, sino que abarca también la dimensión cultural, social y urbana del Estadio Centenario como infraestructura cívica de valor colectivo.

En síntesis, el proyecto de renovación del Estadio Centenario articula memoria y contemporaneidad, preservando su valor patrimonial mientras lo proyecta hacia el futuro como un equipamiento deportivo, educativo y cultural de alcance internacional, reafirmando su condición de infraestructura cívica y símbolo identitario de Montevideo y del fútbol mundial.