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Programa:
Hotelero
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Estado:
Anteproyecto
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Superficie:
339 m²
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La Serena se presenta como una intervención puntual, de bajo impacto y alta calidad ambiental, que busca consolidar un modelo de hospitalidad en armonía con el paisaje costero.
La Serena es un proyecto de hospitalidad para alquiler temporario implantado en una franja costera de alta calidad paisajística en La Paloma, Uruguay.
El conjunto se compone de cinco volúmenes elevados sobre pilotes, dispuestos de manera de minimizar el impacto sobre el terreno y reduciendo de esta manera al mínimo las obstrucciones a nivel de suelo, preservando la permeabilidad y la biodiversidad. La topografía sinuosa y dinámica del predio condiciona la implantación, generando una relación directa entre arquitectura y paisaje.
La propuesta formal se resuelve a partir de volúmenes independientes, elevados entre 2,5 y 3,5 metros sobre el nivel natural, lo que permite tanto la protección del ecosistema como la obtención de vistas privilegiadas hacia el océano Atlántico.
La disposición escalonada y la orientación de los volúmenes garantizan privacidad y visuales despejadas, evitando interferencias entre unidades. Cada volumen alberga unidades de uno o dos dormitorios, con estar, cocina integrada y amplias terrazas, priorizando la experiencia de habitar en contacto con el entorno natural.
Las circulaciones peatonales se materializan mediante pasarelas elevadas, que acompañan la topografía y permiten la libre circulación de la fauna y el movimiento de las dunas.
La selección de materiales responde a criterios de nobleza, durabilidad y capacidad de integración con el paisaje circundante. Se privilegian elementos como la madera, el hormigón y el acero corten, materiales que no solo remiten a la tradición constructiva local, sino que también aportan una expresión arquitectónica atemporal. Su envejecimiento natural enriquece la estética del conjunto, permitiendo que la edificación dialogue armónicamente con su entorno y refuerce su sentido de pertenencia al lugar.
Las superficies vidriadas se protegen para evitar reflejos y estridencias en el entorno, además de preservar la intimidad, mientras que la iluminación se proyecta tenue y funcional, respetando el ambiente nocturno.
El proyecto contempla el uso de vegetación autóctona y sistemas de tratamiento de efluentes mediante plantas aeróbicas o humedales, reforzando el compromiso con la resiliencia ambiental.