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Programa:
Usos Mixtos
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Estado:
En construcción
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Superficie:
15 ha
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Apoyada sobre los corredores de infraestructura metropolitana y regional (Garzón y vías del Ferrocarril Central), en un ámbito de relevantes cualidades paisajísticas y ambientales, en un sector urbano polifuncional con alta capacidad de densificación y mejora, en la forma y dimensiones singulares de los padrones y en el potencial de reúso adaptativo de la infraestructura industrial edificada, se exploran criterios de ordenamiento urbano para el desarrollo integrado del sector.
La intervención, desarrollada en un padrón en forma de L, se apoya en la infraestructura existente y en la potencialidad de reconectar tejidos urbanos fragmentados, generando un nodo de actividad que promueve la interacción social y la integración barrial.
La implantación de Aventura responde a una lógica de recomposición urbana, donde la apertura de nuevas vías y la extensión de calles preexistentes permiten restablecer la continuidad de la red vial y crear nuevos frentes activos para el desarrollo residencial y comercial. El masterplan incorpora un parque público de 13,000 m², concebido como espacio articulador y catalizador de vida urbana comunitaria. Este espacio verde, junto con una nueva calle pública de 17 metros de ancho, inaugura nuevos frentes urbanos, redefiniendo la relación entre lo privado y lo colectivo.
Arquitectura adaptativa en clave industrial
El proyecto se distingue por la integración de preexistencias industriales, que son resignificadas mediante estrategias de reutilización adaptativa. Elementos como silos, depósitos y la torre de embolsado se incorporan al programa, dotando al conjunto de una identidad singular y reforzando la memoria del lugar. El reúso adaptativo de estos edificios aprovecha recurso ya instalados y preserva el carácter de identidad industrial del polígono para conformar una oferta de experiencias verdaderamente distintiva. La anatomía del conjunto se expresa como una comunidad de nuevos contenedores de carácter industrial y fabril que se integran al relato aditivo con el reúso de las preexistencias relevantes. La materialidad y el lenguaje arquitectónico dialogan con el pasado fabril, mientras que la nueva arquitectura introduce sistemas constructivos contemporáneos y criterios de eficiencia ambiental, en línea con los principios de sustentabilidad y resiliencia urbana.
El componente comercial de Aventura se organiza en un basamento de dos niveles que aprovecha el desnivel natural del terreno, desplegando más de 35.000 m² de ABL con frente sobre la Av. Garzón y proyección hacia el interior del predio. Este ámbito alberga un programa diverso que integra más de 120 locales de retail, gastronomía y entretenimiento, un hipermercado de 8.000 m²y una plaza de comidas con capacidad para 400 personas. El conjunto se completa con cuatro salas de cine, espacios de entretenimiento infantil, un gimnasio de 1.500 m² y un estacionamiento con capacidad para 1.200 vehículos, consolidando así una propuesta integral orientada a la diversidad de usos y experiencias.
La disposición de los accesos, atrios y paseos internos favorece la permeabilidad urbana y la conexión con el entorno inmediato, extendiendo el espacio público hacia el interior del conjunto.




Vivienda y revitalización metropolitana
El programa residencial de Aventura contempla más de 650 unidades, enmarcadas en la Ley de Vivienda Promovida, distribuidas en tres torres de 18 niveles sobre la Av. Orticochea y una de 10, sobre la Av. Garzón. Las amenidades asociadas a este sector se desarrollan en la cubierta del basamento, generando espacios de uso común para los residentes.
El conjunto configura un vestíbulo urbano mixto de alta calidad, estratégicamente vinculado a la infraestructura vial y al transporte público, posicionando al programa residencial como ancla del centro comercial. De este modo, se genera un frente urbano consolidado y se establece un nuevo hito en el paisaje metropolitano.
Aventura se concibe como un catalizador de transformación urbana, donde la revitalización de espacios subutilizados, la creación de nuevas infraestructuras y espacio público de calidad y la mixtura programática convergen para crear un polo de interacción y desarrollo social anclado en la experiencia del lugar. El proyecto articula la memoria industrial con la innovación arquitectónica, promoviendo un modelo de ciudad más resiliente, vibrante y diverso.


