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El sector logístico enfrenta una nueva fase luego del impulso que supuso el e-commerce en la pandemia. Una demanda fuerte y diversificada potencia el crecimiento de los Parques Tecnológicos, Zonas Francas y Centros de Logística. La intermodalidad, la tecnología y el foco en el usuario prometen ser los motores que continuarán impulsando el crecimiento del segmento.
Eficiencia, comodidad y sostenibilidad son los tres grandes pilares en los que se focalizan los nuevos desarrollos logísticos. Ante una demanda fuerte y diversificada, especialmente tras la pandemia, el modelo de negocio de las Zonas Francas y Polos Logísticos se vio impulsado por la expansión de los operadores de comercio electrónico. De los diversos modelos de Centros Logísticos existentes, los Hubs Logísticos y Data Centers se consolidan como Polos Tecnológicos que albergan Data Centers, promoviendo el almacenamiento de información y la venta de servicios de datos, como es el caso de Google en el Parque de las Ciencias en Uruguay.
Somos testigos entonces de una tecnificación de los Centros Logísticos que ahora acogen a empresas especializadas para optimizar la operatividad y productividad. Estos espacios de almacenamiento integran la automatización, robots e Inteligencia Artificial en sus procedimientos.
La conectividad a internet se torna un elemento clave en el desarrollo de estos Parques Tecnológicos. Las grandes empresas están ubicándose cada vez más cerca de sus usuarios ya que en la experiencia de uso no solo es importante la velocidad de transferencia sino la latencia, el intercambio fluido de información que torna una experiencia de uso instantánea y que también depende de la ubicación de los centros de servicios neurálgicos de las empresas.
Uno de los ejemplos más destacados de tecnificación sostenible es el nuevo centro de distribución de Walmart en British Columbia, Canadá. En línea con su compromiso corporativo de ser regenerativos, las instalaciones de este «supercentro» están equipadas con paneles solares que cubren el 85% de las necesidades energéticas de los centros de distribución y plantas de producción. Además, cuenta con sistemas de refrigeración eco amigables y prevé la robotización en el diseño arquitectónico de sus almacenes. Los desechos orgánicos generados en las instalaciones se utilizan para producir biogás y fertilizantes, siguiendo la política de Zero Waste.
Junto con la expansión y diversificación de los servicios de corredores logísticos, se observa también un notable crecimiento en los centros tecnológicos orientados a las Ciencias Vivas, tal como Parque de las Ciencias en Uruguay. Estos centros incorporan empresas referentes del sector de Life Science Industry, que generan un ecosistema especializado y único, en el que se fomenta la investigación, el aprendizaje y la colaboración en áreas de la biología, ecología y otras disciplinas vivas.
Data Centers: el activo más dinámico del sector.
Los Data Centers plantean un gran desafío por su crecimiento exponencial y los saltos de capacidad de almacenaje que se requerirán en la próxima década. Los centros de datos consumen altos volúmenes de energía que no siempre están disponible desde la infraestructura pública; es por esto que estos parques logísticos están realizando una fuerte apuesta a las energías limpias renovables proyectando las potenciales exigencias de las empresas multinacionales. En línea con esta tendencia, se diseñan edificios contemplando las premisas de la arquitectura bioclimática que toma en consideración las condiciones climáticas y ambientales para maximizar la eficiencia energética y el confort. En este contexto, se realizan las previsiones para la instalación de nuevas tecnologías como sistemas de cargas para vehículos eléctricos considerando fuentes energéticas alternativas como el hidrógeno, paneles solares y energía eólica.
Polos Logísticos: microciudades tecnológicas y sostenibles.
Una de las cualidades más notorias de los Polos Logísticos y Empresariales es su capacidad de generar nuevos entornos urbanos. Estos centros se convierten en microciudades donde se apuesta por la calidad del entorno y los espacios compartidos al tiempo que enriquecen la oferta de servicios para el usuario. Originalmente, estos espacios, prácticamente exentos de intervenciones arquitectónicas o de diseño, se definían por su función. Sin embargo, la evolución del modelo de negocio llevó a la reformulación de amplias áreas de almacenamiento, transformándolas en nuevas centralidades.
En paralelo a la tecnologización, el sector logístico experimenta la necesidad de captar y retener talento laboral especializado. La logística incorpora así el concepto de bienestar y confortabilidad, poniendo a sus usuarios en el centro. Cada vez son más los desarrollos de este sector que suman servicios relacionados con el bienestar del empleado, que toman la forma de amenities como gimnasio, cantina, guarderías, zonas verdes o una mejor conectividad en el edificio.
El potencial urbanístico de los polos logísticos actúa como catalizador de la descentralización. Aunque históricamente estos parques se ubicaban cerca de metrópolis debido a la accesibilidad y servicios, actualmente emergen micro-polos tecnológicos en diversas regiones del país, impulsando su desarrollo.